DESCRIPCIÓN
El desafío que supone la última generación de motores eléctricos es la optimización en términos de eficiencia, calidad y costes que implica una producción precisa y el conjunto de sus componentes.
El motor eléctrico sigue confirmando una tendencia de crecimiento global nunca vista. La rápida difusión a gran escala en el sector de la automoción centra una atención completamente diferente sobre las expectativas de la fiabilidad de los componentes por los fabricantes y usuarios finales y esto tiene implicaciones sobre las necesidades de control de calidad y el control de proceso en la cadena de producción.
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